LA BONDAD Y LA MALDAD

Por:

ÁLVARO GARCÍA FLÓREZ

Redactor La Verdad.- //.-

Hay obras de la literatura universal que enseñan sobre la conducta humana, demostrando  como la especie humana será siempre una eterna desconocida en asuntos de comportamiento; estos clásicos literarios nos permiten conocer los límites que somos capaces de tocar, incluyendo los más reprobables social-mente.

Una de estas obras es la del brillante escritor Británico Robert Louis Steven-son quién nos dejó una hermosa novela titulada EL EXTRAÑO CASO DEL DOCTOR JEKYLL Y MISTER HYDE, donde magistralmente describe cómo es posible la coexistencia de la bondad y la maldad en un mismo ser humano, integrados tan sutilmente pareciendo imposible que esta clase de engendro sea posible, por pasar desapercibidos.

A diferencia del Doctor Jekyll, de la trama novelística de Robert Louis Stevenson, quien ideó en su imaginación una pócima mágica para convertir al bondadoso Doctor Jekyll en el horripilante y malvado ser que era Mister Hyde; hoy en día los Mister Hyde pasan desapercibidos, siendo la hipocresía social la pócima mágica que utilizan para transmutarse comportamentalmente, permitiéndoles no hacer transmutación física horripilante como el Mister Hyde de la novela, sino manifiesto en la maldad que pueden hacer socialmente, sobre todo cuando tienen posiciones de poder público.

En la medida que se acercan las elecciones para elegir alcalde y concejales municipales veremos los Doctores Jekyll’s  pidiéndoles el voto a los Sampedrenses con actitud sumisa y “apechichándolos” mientras le quitan el voto, pero una vez ocupan sus posiciones públicas de inmediato  manifiestan lo que humanamente son, es decir el Mister Hyde que alojan en su espíritu y conciencia, si es que tienen conciencia; arrogantes, perversos, ruines y poca capacidad de servicio público; sin ningún compromiso para con sus electo-res ya que solo sirven a sus financistas económicos sin ningún arraigo familiar en el municipio, por lo tanto los beneficios de la alcaldía los reciben ciudadanos y asesores vitalicios de la alcaldía, nada que ver con el municipio. 

Por eso las próximas elecciones debemos ser civilizados al momento de elegir nuestro alcalde, lo primero que debemos hacer es pedirle su programa de gobierno  y  que los candidatos demuestren en audiencias públicas si son capaces de ejecutarlos en  el cuatrienio de gobierno, la encuesta publicada por La Verdad muestran vientos de cambios para acceso del poder municipal, ojalá tanta belleza sea posible.