EL TIMONEL
Por:
Augusto Benítez De La Ossa.
La Verdad.//
Haciendo una mirada retrospectiva
de las administraciones anteriores comparadas con lo transcurrido hasta hoy en
la actual administración, nos podemos dar cuenta que tanto en ejecutorias como
expectativas, la diferencia es notoria.
Quienes votaron por el actual alcalde, esperanzados en un cambio,
hoy son los más desesperados. Los amigos ilusionados con una posibilidad
burocrática ven con frustración que no les ha llegado ni el contrato ni el
empleo; y no porque la actual administración este procediendo desligada de lo
que tradicionalmente se vive en la administración pública, sino porque la
ambición desmedida por lo burocrático y los contratos los está llevando al
desconocimiento de quienes lucharon, gritaron y pelearon defendiendo la
candidatura triunfante y al frente de la administración municipal.
En tan corto tiempo nunca se había visto tan alto nivel de desaprobación.
Pero ni que decir de la situación en las veredas. Los caminos destruidos. El
servicio de agua potable en veredas como San Francisco, Calabozo y El Rosario
no existe. Los giros de regalías sus pendidos. Pero para las costosas
bacanales, como la reciente realizada en el Golfo del Morrosquillo si hay
dinero a borbotones.
Quienes habían pensado que el cambio era necesario para dar un
direccionamiento diferente al desarrollo de San Pedro, hoy se están lamentando
del error en la escogencia. El timonel favorecido en las urnas nos está
llenando de incertidumbre y frustración porque si lo que se pretendía era
mejorar, lo que vemos es estancamiento y falta de visión. Y pensar que esto
apenas está comenzando y ya la opinión pública pide a gritos que los años
corran más rápido de lo normal para poder volver a las urnas con el corazón
lleno de arrepentimiento, implorando a Dios que los ilumine para escoger y
acertar por el bien de San Pedro.
Desde este medio periodístico seguiremos como observadores
críticos de todo lo que en nuestra opinión desfavorezca el desarrollo de
nuestro querido pueblo e invitamos a la ciudadanía a que de manera respetuosa
defienda sus intereses hasta ahora conculcados. No podemos continuar
indiferente al atropello que se haga a la confianza depositada en un mandatario
que gano con la bandera de la anticorrupción y el desarrollo. De seguro los
nuevos liderazgos que piensen y hagan propias las afujías de este pueblo
atormentado por los desaciertos recientes, serán bienvenidos.
Necesitamos
ejecutores que afiancen lo bueno hasta ahora conseguido y debemos estar prestos
a rechazar a quienes piensen que lo malo es malo si lo hace otro, pero si lo
hago yo merece aplausos.
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