ALCALDE CON SUBCONTRALORA

Por:

Ismael Guerra De La Ossa.

Redactor La Verdad.//

Cuántos alcaldes de Sucre no quisieran tener en la Contraloría Departamental a una persona que abogue por ellos en caso de cometer cualquier por ellos en caso de cometer cualquier desliz en el manejo de los recursos públicos cuya vigilancia y control corresponda a ese ente fiscalizador! ¡Cuánto no darían por eso los mandatarios locales! pues así estarían blindados ante eventuales investigaciones fiscales que se puedan derivar de conductas non sanctas contra el erario. Pues bien, hay un alcalde en Sucre que tiene ese privilegio: el de San Pedro, Enrique Cohen Mendoza.

Y no es cualquier persona con la que contará este alcalde en la Contraloría de Sucre en el evento de incurrir en alguna irregularidad de índole fiscal. Se trata nada menos que de su hermana Angélica Cohen Mendoza, quien no es cualquier funcionaria de bajo rango, pues es nada menos que subcontralora departamental, la segunda persona después del contralor.

Podrá entonces el alcalde Cohen estar tranquilo por ese lado. Puede manejar como le dé la gana y hacer lo que quiera con los recursos cuya vigilancia esté a cargo de la Contraloría de Sucre. No tiene por qué sujetarse a la ley en materia de contrataciones ni licitaciones ni nada que tenga que ver con eso pues siempre tendrá a alguien que le cuide las espaldas en dicha Contraloría. Mejor dicho, ¡tiene blindaje de carro de presidente de la República en ese aspecto! Nos dirán que al nombrar a la abogada Cohen Mendoza como subcontralora no se cometió ninguna irregularidad por tener a su hermano como alcalde de San Pedro y que no existe incompatibilidad ni ninguna norma que lo prohíba, y ello puede ser cierto.

Sin embargo,  la gente piensa otra cosa, es decir, que ese nombramiento por lo menos moralmente no es correcto. Es que la subcontralora, como ya se dijo, es la segunda persona después del Contralor y por lo tanto tiene un poder enorme al interior de la Contraloría, al punto de que cualquier otro funcionario de ese ente de control que intente siquiera investigar a su hermano, seguramente lo pensará dos veces y eso no está bien pues limita la función fiscalizadora que debe contar con total libertad y facultad para que los investigadores realicen su misión con absoluta independencia y, por supuesto, libres de cualquier clase de presiones sean del orden que sean.

El contralor de Sucre, Miguel Arrázola, ha dicho que atacará a fondo la corrupción y que no le temblará el pulso para combatir ese flagelo, pero con nombramientos así ciertamente da a entender todo lo contrario. Les tocará entonces a las veedurías ciudadanas de San Pedro –si es que existen- ejercer la vigilancia que la Contraloría Departa-mental, por lo visto, no ejercerá en este municipio.