LINAJE, NOBLEZA Y SU DECADENCIA

miércoles 0 comentarios
Por Ángel H. Solórzano Álvarez
Especial para La Verdad.//.- 

   A menudo los altos funcionarios del Estado visitan las instituciones políticas de Norteamérica, Europa y Asia para hacer alarde en defensa de los T.L.C. y los logros del proceso de paz que se desarrolla en la Habana. Todo encaminado a defender nuestro honor y a evitar que nos traten como parias.

Esos parias que no le quitan el sueño a ninguna gran nación del primer mundo. Es curioso, porque ese complejo colombiano se ha estudiado desde diversas disciplinas. En repetidas ocasiones se ha mencionado la Teoría del “complejo de bastardía”, según la cual nos cuesta cargar una identidad colombiana ante la mixtura cultural que nos define con un absoluto caos.

Así mismo, somos hijos de españoles conquistadores, penados por la justicia, saqueadores, violadores de las indígenas y explotadores de los negros. Concluye esta teoría que estamos sumidos en un complejo supremo, al desconocer nuestros orígenes y al reconocer que nuestros ancestros fueron tiranos o subyugados, enloquecidos todos por la fiebre calurosa del trópico.

Sin embargo, la realidad arroja datos que contradicen esta premisa. Nadie como un ciudadano colombiano para conocer a cabalidad su abolengo y para recitar de memoria la lista de presidentes, coroneles, reinas de belleza, industrial y extranjeros que hacen parte de su árbol genealógico. Ejemplo de lo anterior, según el genealogista Gabriel Mejía Arango, el apellido URIBE llegó a la villa de Medellín a mediados de 1685 con la presencia de tres hermanos: Juan, Vicente y Martín Uribe Echavarría, quienes procedían de la población Vasca de Santa Eulalia de Begoña, de la provincia de Guipúzcoa, España. Al menos ya sabemos los orígenes del apellido del senador que mantiene en la actualidad un acalorado debate en el Congreso con su colega Iván Cepeda.

Se puede concluir, que la aristocracia impera en un imaginario anacrónico, tatuado con figuras significativas y comprometedoras en esta sociedad aterrada ante una división de clases cada vez más acentuada. Muchas veces se amarran el primero y segundo apellido para garantizar que no se vulnere la dignidad de los  antepasados.

REFLEXIÓN:
Es vergonzoso que sobrevivan a la modernidad comportamientos empolvados, presentes en la Ilíada, en esa Ilión anterior a la democracia. Como si proviniéramos de Hera y de Poseidón nos presentamos inflando pecho y recitamos logros militares, políticos, sociales y culturales de individuos que jamás calcularon los niveles de esnobismos que nublarían las mentes de su prole. La dirigencia  criolla se pavonea de manera exagerada en otras latitudes, y tal vez ese excesivo donaire es el sello que evidencia la vigencia de códigos sociales mandados a recoger.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

©Copyright 2011 La Verdad | TNB