Por Wilber Flórez Ramírez
Director La Verdad
Para ejercer la labor periodística se debería tener una formación profesional, como la del médico o el arquitecto, pero no existe un “derecho universal” a curar gente ni a construir casas. Pero sí existe el derecho universal a la libre expresión de ideas y opiniones.
Por ello, necesitamos que quienes estén detrás de los micrófonos o delante de las cámaras de tv, o en las salas de redacción de los periódicos y revistas, se capaciten cada día más. Ojalá que todos quienes sienten la vocación de comunicadores y comunicadoras sociales pudieran ir a la universidad y formarse lo mejor posible.
¿Para que estudie yo esta bonita profesión?.. Estudie para mejorar mis capacidades y competencias, para distinguirme por mis conocimientos y, sobre todo, para servir mejor a mi pueblo.
No todo el mundo puede coger un micrófono o escribir en un medio impreso, se necesita de una orientación profesional, de una persona que lo instruya, de un corrector de estilo que corrija las fallas de dicción y expresión de las ideas o escritos.
Lo ideal es que todo medio de comunicación, llámese radio, prensa o televisión tengan al frente un verdadero profesional del periodismo que oriente a aquellos que no lo son en sus labores periodísticas.
El control de la información y la difusión de noticias e imágenes se han utilizado siempre como arma esencial para someter voluntades y conquistar conciencias. Pero, hay que tener ética profesional en el ejercicio de la labor periodística.
El empleo correcto de la lengua contribuye a que la comunicación sea eficaz. Por eso, el buen uso del lenguaje es fundamental en medios como la radio.
Hay que cuidar y dominar el lenguaje en los medios expresivos que se aplican para la transmisión de las informaciones. La ética es inherente al ejercicio responsable del periodismo. En el periodismo, no tiene cabida el informador que no respeta códigos de ética.
Quien ejerce el oficio del periodismo debe ser una persona con inmaculada condición social. La hoja de vida del periodista o comunicador, debe ser una hoja de vida limpia, sin tacha; así como su imagen ante la sociedad. Debe ser modelo de ejemplo para la sociedad en general, o por lo menos, en el entorno donde ejerce su profesión.
Es obvio, no podemos atacar la corrupción si somos corruptos. El comunicador debe ser integro. No se puede hablar de moralidad si somos inmorales.
En esta profesión, hay que ser justos e imparciales. Los que quieran ejercer como periodistas deben tener en cuenta que esta profesión conlleva unas responsabilidades con la sociedad.
Toda profesión es buena si se ejerce con honestidad y, sobre todo, si se tiene muy claro el principio de la responsabilidad social, es decir, saber que se trabaja para el público y para el bien de esa gente a la que se trata de servir.
En síntesis, ejercer el periodismo debe ser, ante todo, un gran compromiso para el que se proponga realizar este trabajo, por lo que debe ser una persona con suficiente formación y cualificación. El periodista actual necesita una fuerte base humanística, técnica, científica y legal que no se adquiere en la calle.
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