Por Angel H. Solórzano Álvarez
Redactor La Verdad
El estudio del medio
ambiente y con ello la Ecología constituye uno de los temas de mayor interés y
mayor preocupación en la actualidad. Con él están directamente implicados otros
temas que cada día se vuelven más críticos, como son el tema de la guerra y el
armamentismo, del hambre y subdesarrollo, del decrecimiento demográfico, de la
desigualdad en la propiedad de la tierra y otros. ¿cuál es el futuro de la
tierra como ecosistema de vida y cuál el de la humanidad que habita en ella? La
respuesta es obviamente, es enigmática. Sin embargo, aunque resulte extraño, la
respuesta la tiene el hombre.
Afirmar que la
respuesta sobre el futuro de la humanidad y la vida en el planeta tierra la
tiene el hombre, puede parecer simplismo; pero es cierto. Es la especie humana,
como especie animal, la única que ha puesto en peligro la permanencia de la vida
sobre la tierra. Y es, al mismo tiempo, la única especie que puede hacer
desaparecer este peligro.
El hombre durante
siglos ha depredado a su antojo las riquezas del planeta, hasta causar pérdidas
irreparables en los ecosistemas y acabar con muchos de sus recursos. Pero no se
ha detenido ahí. Haciendo gala de su envidiable capacidad inventiva, única
entre todos los animales, ha creado un aparato bélico de tales proporciones que
solamente el arsenal atómico acumulado por las grandes potencias alcanza para
destruir a la humanidad cincuenta veces. ¡Sorprendente! Y si utilizan su
poderío de las armas es para someter, humillar e invadir pueblos como en la
actualidad en el caso de los Sionistas israelíes contra los palestinos.
Sin embargo, desde el punto
de vista de lo que se llama
Ética Ecológica, “estamos tranquilos. Hasta ahora ninguna especie animal se ha
auto aniquilado. Es lógico suponer (eso pensamos la mayoría) que el hombre
tampoco lo hará, ya que es más inteligente que los demás.”
Así mismo, los
peligros colectivos suelen causar menos preocupación que los particulares: “mal
de muchos… “Pero, si bien la humanidad sigue viva y posiblemente seguirá por
muchos siglos, millones de seres humanos padecen el flagelo del hambre y buena
parte de ellos sucumbe cada año”.
REFLEXIÓN:
En Colombia no
necesitamos muchos ejemplos para entender este problema. La mayoría de la
población lo sufre en carne propia. Por ahora, no hablemos del cambio climático
experimentado últimamente en nuestro pueblo. Aunque no lo crea la gran empresa
Canadiense, que como multinacional y aprovechadora de la locomotora no respeta los tratados de Kioto,
Guadalajara, Río de Janeiro y otros.
La simple
subsistencia y, sobra decirlo, la misma dignidad humana de nuestro pueblo está
en juego. Las fuentes de la vida tan generosas en nuestra geografía, no se
compadecen de tantos marginados a quienes se les imposibilita su bienestar.
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